Sábado, 15 de abril 2023, 07:36
Dicen los que saben de esto, que las natillas surgieron hace muchos años en los conventos europeos, aunque otra teoría defiende que su elaboración proviene de la repostería francesa, en tiempos del Renacimiento. Estamos hablando pues de un postre con mucha andadura que se ha mantenido fiel a una receta original, aunque siempre hay quien decide innovar, pero partiendo, claro está de unos ingredientes que ahí siguen: leche, huevos y azúcar. Una exquisitez sencilla y además, ligera a la hora de degustar. Y si se acompaña de una galleta, como también marca la tradición, la natilla adquiere rango de excelencia.
Ingredientes
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3 yemas de huevo.
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4 cucharadas de azúcar.
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1 corteza de limón.
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1 palo de canela.
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Medio litro de leche.
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Canela en polvo.
Elaboración
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1
Ponemos la leche a hervir con la corteza de limón y el palo de canela durante cinco minutos. Lo retiramos del fuego cuando acabe y lo conservamos sin la corteza de limón ni la rama de canela.
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2
En un bol, echamos las yemas y el azúcar y las removemos siempre hacia el mismo lado. A la vez, vamos echando la leche caliente poco a poco y sin dejar de remover.
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3
Las cocemos a fuego lento y removiendo constantemente para evitar que se corten.
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4
Estarán es su punto cuando empiecen a espesar y cuando desaparezcan de la superficie de espuma. Ojo, no deben hervir.
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5
Se pone un difusor sobre la llama para hacerlas a fuego lento o, de lo contrario, mejor hacerlas al baño maría.
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6
Las pasamos a cuencos individuales y las dejamos enfriar.
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7
En el momento de servir, espolvoreamos con canela.
Pistas y trucos
Si se desligan las yemas y el azúcar, añadimos una cucharada de harina, para evitar que se corten.