Diego Rubio se encuentra en pleno proceso de recuperación, después de que hace un año fuese atropellado en el Tour de Eslovenia. El ciclista, que dejó el equipo Burgos BH en diciembre, ha tenido que pasar por el Hospital de Ávila, donde se ha encontrado con una sorpresa que ha denunciado públicamente.
Se trata del desayuno. Rubio, abulense, ha señalado que «es una vergüenza» que en un hospital público ofrezcan a los pacientes un café con leche, unas galletas y un pequeño bote de mermelada, ya que no lo ve adecuado en términos nutricionales.
«Hospital de Ávila, ahora mismo. Este es el desayuno de un paciente, no hay por donde cogerlo. ES UNA VERGÜENZA. ¿Cuando se va a dar importancia a la nutrición en la sanidad pública?», ha tuiteado con indignación el corredor.
Las reacciones a la queja de Rubio no se han hecho esperar, y no todas han sido positivas. Mientras que muchos usuarios apuntan a que, efectivamente, ese no debería ser un buen desayuno por la ausencia de fruta o alimentos no procesados, otros acusan al ciclista de ser un demasiado exigente, ya que es un desayuno aceptable.
«Lo peor es que una gran mayoría de la sociedad piensa que eso es un desayuno sano», le apunta Marcos Rojo, atleta del FC Barcelona. «Yo no me meto en lo que cada uno haga en su casa, aunque le invito a pensárselo. Pero en un hospital... ¡en fin!», deja en el aire.
Rubio lleva casi un año de calvario. La caída (con atropello incluido) le provocó una seria lesión en un brazo que requería una operación... que salió mal. Las consecuencias de la posible negligencia médica le han obligado a someterse a tratamiento, sobre el que aún sigue.