Todos sabemos que las legumbres son uno de los alimentos imprescindibles de nuestra dieta. Estamos habituados a tomarlos en recetas calientes como los guisos, los cocidos, los potajes... Pero, ¡ay!, cuando llega el verano, los solemos desterrar de nuestras dietas en pro de platos más frescos.
Sin embargo ¡estamos cometiendo un error! Las legumbres son un ingrediente perfecto para platos fríos como ensaladas, cremas, sopas frescas... Y, además, aportan numerosos beneficios a nuestro organismo. Así que te animamos a que cuentes con ellas en tus menús diarios también en los meses estivales.
Y para saber cómo prepararlas para que en nuestros platos den lo mejor de sí mismas, toma nota de lo que te contamos sobre algunas de las legumbres más populares como los garbanzos.
Beneficios de las legumbres
Para empezar, las legumbres son buenas para combatir la obesidad, la hipertensión y el colesterol malo. Así, protegen nuestra salud cardiovascular.
Estos vegetales contienen muy pocas grasas (y son instauradas) y, aunque algunos de ellos tienen bastantes calorías, son muy saciantes. Por ello, son un alimento idóneo si estás llevando a cabo una dieta de control de peso.
Ricos en fibra, ayudan a regular nuestro tránsito intestinal. Contienen un 20% de proteínas, es decir, más incluso que algunas carnes. Aunque hay que tener en cuenta que a estas proteínas les faltan algunos aminoácidos. Pero en combinación con otros alimentos, nos dan un aporte muy completo. Por ejemplo, el consabido potaje de lentejas con arroz.
Las legumbres son ricas en hidratos de carbono. Esto puede asociarse a una cantidad alta de azúcares, pero lo cierto es que los carbohidratos de las legumbres son muy saludables. No se trata tanto de contar las calorías si no de que éstas sean saludables.
En definitiva, son un alimento básico para nuestros menús. Lo recomendable es tomar de 2 a 4 raciones de legumbres a la semana.
Recetas frescas de verano con legumbres
Existen muchísimas legumbres. Aunque las más populares son las lentejas y garbanzos, no podemos olvidarnos de habas, chícharos, frijoles, soja…
Las legumbres siempre se han asociado a platos densos y pesados. Sin embargo, esto está más relacionado con los acompañamientos que hacemos de las legumbres. En potajes, no faltan ingredientes como el chorizo o el tocino, y esto hace que el plato sea muy calórico y, por supuesto, la digestión, muy pesada.
Sin embargo, si cambiamos ese acompañamiento por verduras u otros ingredientes más ligeros, como el pescado, nuestro plato de legumbres puede ser liviano y perfecto para las sobremesas estivales.
Así, podemos disfrutar de deliciosas ensaladas de lentejas con bacalao o con pulpo y mejillones, con las que saborearemos también un poquito aroma marinero.
Si en vez de lentejas preferimos garbanzos, podemos decantarnos por esta ensalada de garbanzos y pimientos o esta crema fría de garbanzos con tomate y crujiente de jamón.
Ver los comentarios