Este bizcocho representa para muchos los primeros pasos en el mundo de la elaboración de pasteles, puesto que es una receta tan fácil como rica y no requiere herramientas de medición convencionales. Es tan sencillo porque se utiliza el propio vaso del yogur como unidad de medida.
El pastel es irresistible debido a su simplicidad, convirtiéndolo en una opción ideal para los desayunos e incluso como acompañamiento para el café o té de las sobremesas.
Si estás buscando una tarta de cumpleaños, esta podría ser la receta ideal y para hacerla aún más especial, puedes mejorar la receta agregándole relleno y cobertura. Basta con dividirla en dos partes, rellenar generosamente con tu crema favorita y cubrirla con nata montada, decorando con fresas o fruta al gusto. ¿Listo para aprender a hacer el bizcocho más fácil del mundo?
- 3 huevos
- 1 yogur
- 1 medida de yogur de aceite
- 2 medidas de yogur de azúcar
- 3 medidas de yogur de harina
- 1 cucharada de levadura en polvo
- Ralladura de piel de naranja
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Para empezar, bate los tres huevos en un bol y, una vez mezclados, agrega el yogur.
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Lava bien el vaso de yogur para utilizarlo como medidor de los ingredientes. Agrega a la mezcla un vaso de aceite y luego los de azúcar y harina. Vuelve a batir hasta obtener una mezcla homogénea.
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Unta un molde mediano con aceite o mantequilla y espolvorea con harina. Luego, precalienta el horno a 180º.
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Añade la levadura y las ralladuras de naranja a la mezcla y revuelve suavemente.
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Por último, vierte la masa en el molde y déjala en el horno durante aproximadamente 45 minutos a 180º. Para saber si el pastel está listo, introduce un palillo en la mitad de la masa, si sale limpio, ya estará listo.