La mejor hora del desayuno para mantenerse joven y perder peso, según los expertos
La hora del desayuno perfecta, según la sociedad, ha cambiado tanto en los últimos años que ya se ha vuelto difícil de ubicar. Nos hemos criado escuchando aquello de que ‘el desayuno es la comida más importante del día’, un mito que han desmontado los nutricionistas y que ha llevado a muchos a desvirtuar esta comida hasta el punto de llenarla de errores (dulces) que pasan factura a la salud y al peso. Por otro lado, muchos expertos defienden que antes de las 9 de la mañana encontraremos la hora ideal para desayunar y controlar el peso, según una estimación relacionada con los picos de grelina, la hormona del hambre. Y también hay quienes abogan directamente por saltárselo, algo totalmente desaconsejado en la actualidad, entre otras cosas, por la sensación descontrolada de hambre y debilidad que esto provocará a lo largo del día.
Según la doctora María José Crispín, nutricionista de Clínica Menorca, "no hay una hora infalible a la que haya que desayunar: cada persona debe hacerlo a la hora que más le convenga, y esto dependerá de su agenda y sus obligaciones. No hay que obsesionarse, ni dogmatizar, ni estresarse porque haya una hora específica para desayunar. Dogmatizar conduce a confusión, y en la práctica, no les aconsejo lo mismo a todos mis pacientes".
La experta reconoce que cada vez hay más discrepancias sobre si desayunar o no desayunar, aunque ella sí lo recomienda: “Para mí es más importante qué se desayuna que la hora a la que se desayuna”. En ese sentido, cobran relevancia algunas propuestas saludables como desayunar pourridge de avena, huevo o yogur griego. Dicho esto, volvamos a la importancia temporal de la primera comida del día.
La hora del desayuno perfecta está relacionada con el ayuno nocturno saludable (y posee todos sus beneficios)
El ayuno intermitente es el método para perder peso más eficaz que reducir calorías, según los expertos, de ahí que la doctora Crispín recomiende retrasar la hora del desayuno basándose en esta técnica. “La recomendación más importante es dejar pasar 12 horas entre la cena y el desayuno. Son 12 horas de ayuno durante el sueño, que tienen un efecto antienvejecimiento y de control del peso”. De este modo, obtendremos estos beneficios al desayunar a las 9:30 si hemos cenado a las 21:30, “pero no es preciso seguirlo como un dogma, no todo el mundo puede adaptarse y no hay que agobiarse”, precisa.
La nutricionista destaca la importancia para nuestra salud de adaptar la hora del desayuno a los ciclos circadianos, el reloj interno que regula nuestra presión sanguínea, nuestra temperatura corporal y nuestras hormonas, aunque difieren según las personas. En esa línea, el experto en longevidad Valter Longo, creador de las dietas TRE Y FMD, desaconseja por completo comer fuera de las horas de sol, con lo que promueve, a su vez, cenar temprano, una práctica que suele aparejar un mayor espacio del tiempo entre cena y desayuno.