La Universidad de Harvard ha revelado los alimentos más saludables que componen el desayuno ideal. Esta prestigiosa institución educativa ya es reconocida en la materia por el famoso plato nutricional con su mismo nombre, el cual ha llegado para sustituir a la vieja pirámide que, como algunas teorías científicas, ya ha quedado refutada y obsoleta.
El equipo de expertos de Harvard trabaja para mejorar la salud de la población en lo referente a su nutrición y, en esta ocasión, ha investigado sobre el desayuno. Esta ingesta alimentaria representa la primera comida del día y generalmente está asociada a unas malas elecciones nutricionales que derivan en un bajón en el rendimiento del resto de la jornada.
En todo caso, cabe destacar que el desayuno no es imprescindible, ya que varía en función de las características y las necesidades de cada persona, su actividad diaria, estilo de vida y rutina. Aunque es verdad que puede favorecer en el rendimiento al beneficiarse de los aspectos positivos de los alimentos ingeridos para el resto del día, hay que saber cuáles elegir, ya que las malas opciones pueden lastrar las esperanzas que ponemos en nuestro desayuno.
El desayuno ideal y sus alimentos más saludables
La médico e investigadora Monique Tello, colaboradora especialista en nutrición y dietética de la Universidad de Harvard, ha publicado varios artículos con los que desmiente los mitos que hay sobre el desayuno y ofrece una lista con los alimentos que considera imprescindibles en las recetas de la primera comida del día.
La experta en nutrición ha propuesto ideas sencillas para un desayuno que cubre los nutrientes esenciales para empezar el día, cumpliendo con estas necesidades nutricionales de forma saludable. Por tanto, Tello ha enumerado algunos aspectos que deben poseer los alimentos que lo componen: bajo índice glucémico, ricos en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables.
Para la nutricionista es muy importante evitar los azúcares simples, la sal y las grasas de mala calidad. Dulces, bollería como magdalenas, cruasanes, tortitas, galletas o churros, pan blanco, embutido, cereales procesados como granola o muesli con azúcares y/o grasas, postres lácteos, zumos, bebidas de cacao o batidos forman parte de la lista de alimentos no recomendados.
Tello se enfoca más en aquellos que ayudan a liberar energía poco a poco sin crear picos de azúcar en sangre, una característica que reúnen los que apenas contienen hidratos de carbono simples. Por lo tanto, el objetivo de los alimentos que contemplemos para la ingesta de nuestro desayuno deben ser saciantes y energéticos.
Cuatro grupos básicos para el desayuno
La científica del campo de la nutrición ha dividido en cuatro grupos los alimentos ideales para preparar un desayuno saludable:
Vegetales: frutas y verduras frescas o congeladas, enteras y con piel cuando sea posible.
Cereales o granos enteros (integrales) o sin procesar: pan y otras masas 100 % integrales, avena, espelta, trigo, cebada, quinoa, centeno, amaranto (en copos integrales o grano entero), muesli sin azúcares ni grasas o sal añadida.
Proteínas saludables: huevos (no fritos), lácteos como el yogur no muy grasos (no necesariamente desnatados, pero evitando la nata, el queso muy curado, la mantequilla...), legumbres, carnes magras o fiambre sin grasa con el mayor porcentaje de carne posible (pechuga de pollo o pavo cocida o asada).
Grasas saludables: frutos secos y semillas (siempre naturales, sin azúcar, sal o o grasas añadidas), aceite de oliva virgen extra, pescado azul, aguacate...