Uno de los sorbetes más conocidos es el de limón, pero hay muchas más variedades.
La despensa
El champán o el cava, junto con el helado, son las piezas clave del sorbete, una postre muy navideño que puede elaborarse con o sin alcohol
Hablar del sorbete es hacerlo de ese clásico postre que se asoma en las próximas comidas y cenas de Navidad. Son fechas de celebración, de reencuentros en las que se tiende a comer en demasía. Un contexto en el que el sorbete se transforma, más que en un postre, en un digestivo que dispone de un amplio abanico de variedades.
Se trata de una elaboración ancestral con un supuesto origen en China y que, con el paso del tiempo, se fue extendiendo a través de la Ruta de la Seda, terrestre y marítima, abarcando los países costeros del Océano Índico y el Mar Mediterráneo.
Una expansión que derivó en que surgieran múltiples combinaciones en torno a la receta del sorbete. El cava o el champán -con o sin alcohol-, el helado y dos claras de huevo son los ingredientes principales de la receta de este postre refrescante y amable con el que, además, podemos innovar en cuanto a sabores.
Es fundamental utilizar la misma cantidad de champán o cava y de helado, buscando un equilibrio total
Es cierto que el sorbete es muy versátil, pero hay que recordar que se deben seguir los pasos de elaboración con precisión y los ingredientes, como siempre, deben ser de la mayor calidad posible. También es imprescindible equilibrar, al milímetro casi, el porcentaje de champán o cava y de helado que utilizaremos.
En definitiva, el sorbete tiene que tener una textura lo suficientemente densa como para que no sea una bebida al uso, pero sin sobrepasar el espesor y llegue a ser semejante a un granizado. El equilibrio de textura y sabor es fundamental para un resultado óptimo.
Innovar nunca está de más
Ya se sabe que el sorbete por excelencia, el más popular y el habitual de ver en los hogares durante las fechas navideñas es el de limón. Este está elaborado con helado de limón y se utiliza el clásico champán o cava espumoso, con o sin alcohol, al gusto del consumidor.
Sin embargo, esta gran receta da pie a variar el sabor del postre, con solo cambiar el helado y, en ocasiones, combinarlo con el cava o champán adecuado.
Un claro ejemplo es el sorbete de frutos rojos. Si se tiene pensado elaborar el siguiente sorbete con helado de frutos rojos, la mejor combinación posible sería utilizar un champán rosado, que cuenta con ese perfil ácido pero dulce, muy similar al del ingrediente principal. También cabe la alternativa de elaborarlo con cava y helado de naranja, que a su vez es una fruta de temporada.
Al tratarse de una bebida o postre refrescante puede llegar incluso a ingerirse en otras épocas del año como el verano. Es por ello que existen también los sorbetes con helado de sandía, piña o mango. Por lo tanto, el sorbete es una receta que da la oportunidad de introducir una gran gama de diferentes sabores de helado, todo es hacer probaturas.