Una Ruta De Torrijas, El Postre Más Típico De La Semana Santa De Valladolid

Una Ruta De Torrijas, El Postre Más Típico De La Semana Santa De Valladolid

La tradición manda y en Semana Santa, lo que toca es comer torrijas. Es uno de los dulces favoritos de los vallisoletanos en esta época del año. Un producto que viene de antaño y cuyo origen está en el aprovechamiento del pan sobrante y duro. Aquel postre 'de pobres' hoy es un bocado apreciado y perfecto para cualquier ocasión. La mayoría de las pastelerías y restaurantes la incluyen en su carta y compiten por conseguir la elaboración más perfecta y original.

La creatividad no tiene límites y en Valladolid, se pueden encontrar, además de las tradicionales, otras más innovadoras, con sabores tan diferentes como el tiramisú, la manzana o incluso el lechazo. Hoy El Norte te propone un recorrido por pastelerías y restaurantes donde podrás degustar algunas de las mejores torrijas de autor vallisoletanas. ¡Arrancamos ruta!

Este restaurante, que ha abierto sus puertas hace apenas 2 meses, promete grandes éxitos. De hecho, su torrija salada, es ya la mejor de España. Ha sido la ganadora del VIII Concurso Internacional de Torrijas celebrado hace unos días, en el municipio leonés de Astorga. Su autor, Juan Carlos Jiménez, ha sabido innovar en este tradicional postre, convirtiéndola en toda una oda a dos de los platos más típicos de nuestra tierra: el lechazo y las sopas de ajo.

Jiménez llevaba tiempo barruntando esta receta en su cabeza. «Cuando tengo una idea, suelo apuntarla en las notas del móvil. Esto se me ocurrió estando de cañas con los amigos y me lo apunté. A medida que se acercaba el concurso empecé a trabajar sobre aquella receta hasta conseguir el resultado final», explica este chef.

Su realización requiere de mucha paciencia. El pan hay que dejarlo secar durante dos días. «Lo vaciamos y lo rellenamos con tres elementos: una mermelada de tomate especiada, yema de huevo y lechazo asado al estilo tradicional, con agua y sal. La principal diferencia es que en lugar de remojarla en algo dulce, la remojamos en algo salado y ¿qué hay más tradicional que unas sopas de ajo?», se pregunta. «La tenemos unos dos días empapándose de las sopas de ajo. La pasamos por huevo, la freímos, la decoramos con unos puntos de yema, unos brotes y rallamos un poco de lima para desgrasar el conjunto. La rematamos con un caldito del lechazo asado», continúa este chef, que está convencido de que aunque el público adora los sabores tradicionales, también le gusta dejar sorprenderse. Y esta torrija es una auténtica y bendita sorpresa.

Impresionante. Así es el obrador de esta empresa pastelera vallisoletana fundada por Audomaro Valles, hace más de 50 años. Todo luce impoluto, amplio, luminoso y lo mejor de todo, es que mientras bañan de chocolate las tartas de Aniversario o mientras empaquetan los bombones, todos lucen una gran sonrisa. ¿Será que por eso todo sabe tan bien? Roberto y Alfredo Valles han heredado de su padre su pasión por la confitería y ponen un mimo especial en cada elaboración. Hace ya seis años que sacaron al mercado tres tipos de torrija, a cuál más innovadora, y desde entonces, en estas fechas, nunca faltan en sus tiendas. Sus clientes las adoran y no es para menos. Las tres las elaboran con pan brioche francés clásico y sus sabores son: Tiramisú (Brioche empapado en crema inglesa al café y frito. Rellenas de Cremoso de Mascarpone), Gianduja al té (Brioche empapado en crema inglesa al té y frito. Rellenas de Crema de Gianduja realizada a base de chocolate y avellana) y de manzana (Brioche empapado en crema inglesa y frito. Rellenas de crema y manzana horneada).

«Las empezamos a hacer el primer fin de semana de cuaresma y las tenemos hasta el Domingo de Resurrección. Hemos querido dar una vuelta de tuerca a las torrijas tradicionales de nuestras abuelas y la verdad es que tienen un gran éxito. A la gente le encantan, sobre todo, la de manzana», dice Roberto, maestro pastelero de este obrador, mientras muestra cómo es su elaboración. «No nos gusta freírlas en exceso. Sólo un poquitín, lo justo para que cojan un poquito de corteza», prosigue.

El acabado es diferente para cada una de ellas. La de manzana lleva azúcar glas. La de tiramisú se adorna con cacao en polvo, la de Gianduja al té, llevan un brillo neutro y perlas de azúcar, lo que le da un toque crujiente. Presentación excelente. Aroma de 10 y sabor… de otro planeta. ¡No hay que perdérselas!

El pastelero José Ignacio Colinas está siempre pensando el modo de reinventarse, de crear nuevas presentaciones y de innovar permanentemente. Un afán de superación que los clientes de su pastelería en Castronuño agradecen enormemente. La torrija para él es un dulce emblemático que le ha reportado enormes alegrías. En 2017 ganó el primer premio del concurso nacional de torrijas con el trampantojo 'Torrigas', un delicioso y original refresco de este dulce semansantero. En 2019 obtuvo el segundo premio con otro trampantojo, 'Torrijo', un árbol de cuyas ramas pendían unas deliciosas frutas, las torrijas. Este año lo ha vuelto a hacer. Ha sido capaz de sorprender a jurado y público con una nueva creación en forma de trampantojo. 'Tringles', así se llama su creación de este año, que ha sido merecedora del primer premio de este concurso nacional, en la categoría 'Torrija innovadora». «Me he inspirado en famosas patatas 'Pringles'. Pensé que podía recrear su textura pero manteniendo el sabor tradicional. Me ha llevado mucho tiempo conseguir esta receta pero ha merecido la pena», cuenta este pastelero.

Su elaboración comienza elaborando unas torrijas tradicionales infusionadas con canela y leche que convierte en un puré que introduce en un molde de 6 centímetros de diámetro. «Lo meto al congelador y una vez congelado, lo corto en láminas de 1 mm de espesor. Las dejo secar sobre una superficie ondulada durante una hora. El resultado es un trampantojo, cuya apariencia y textura es de patata y el sabor es de torrija», prosigue.

Como su creador dice, ésta es una 'torrija de pasarela', que no tiene a la venta, pero que si que se podrá disfrutar en las catas que él organice en su espacio Ardea, dentro de la pastelería. «En total nos hemos presentado cinco veces al concurso nacional, siempre con versiones muy diferentes y creativas y como queremos que nuestros clientes las disfruten, hemos optado por preparar unas catas verticales y que todo el que quiera pueda probarlas. Este formato a la gente le parece muy divertido», concluye.

  • Dirección: C/ Lagares, 42 - 47520 Castronuño (Valladolid)

  • Precio: Torrijas Tringles: no están a la venta. Se pueden disfrutar en las castas que se organizan en la pastelería - Torrija tradicional: 2 euros y Torrija realizada con mollete típico de Castronuño: 14 euros/kilo

  1. Casa Rural-Mesón Maryobeli

La torrija siempre ha sido un postre muy especial para Yolanda Martín, gerente, junto con su marido Modesto, de esta casa rural y mesón en Cogeces del Monte. Ya de niña, las hacía con su madre, aunque de mayor, ha ido mejorando la receta hasta conseguir en 2018 alzarse con el primer premio del VI Concurso Nacional de Torrijas, que se celebró en León. «Mi madre las infusionaba sólo en leche, en cambio, yo las infusiono en una mezcla de leche, anís, cáscara de naranja y canela. Cortamos el pan en rebanadas y lo sumergimos en la infusión hasta que se empape bien.

Batimos los huevos y pasamos cada rebanada por ellos, freímos en la sartén y bañamos con miel», explica. «Es mi postre favorito. Me ha dado muchas alegrías», confiesa Yolanda.

¿Su secreto? El pan. No utiliza un pan cualquiera, sino uno que ella misa elabora. «No me gustaba el tipo de miga de las barras que tenía por aquí, así que decidí intentar hacerlo yo. Apliqué la receta de la torta de pan de Aranda, que tiene una miga más compacta. Prácticamente a la primera acerté. Probé a hacer la torrija con él y me gustó como quedó», cuenta. «El pan lo dejo un día para otro, para que esté más compacto. Porque estando blandito el resultado no es el mismo», aconseja.

Todos los días del año, esta hostelera elabora este tradicional y delicioso dulce. «Desde que gané el premio, no puedo estar sin ella. Todos los clientes me la piden. Ese premio fue un antes y un después. Fue el lanzamiento al estrellato, ya que empezó a venir clientela desde todos los rincones de España sólo para comer nuestra torrija. Es algo impresionante. No me hace falta tener más postres en carta, ya que el 99% de la gente lo que quieren son mis torrijas. Incluso repiten», asegura.

Tampoco le vale una miel cualquiera. Ella siempre utiliza miel de mil flores, con sabor neutro. «No me gusta que tenga sabor a espliego, ni tomillo para que no tape el sabor de la propia torrija. Ahora utilizo la miel Oro del Duero, cuyas abejas pastan en Cogeces del Monte. Así todo queda en casa», remata.

Si eres amante de las torrijas tradicionales bañadas en miel, no puedes perderte la propuesta de Ana Fernández. Su receta es la que hacía su padre Bonifacio, el fundador de esta cafetería con solera, que está cerca de cumplir los 60 años de historia. Ella las hace cada día del año y siempre, en honor a su padre. Al elaborarlas siempre se acuerda de él. «Hago unas 60 torrijas diarias. Aunque llevan mucho trabajo, me encanta hacerlas, porque siento que es una manera de estar más cerca de mi padre. Él las empezó a hacer nada más inaugurar el local», cuenta.

Utiliza el pan tradicional de torrijas y lo deja dos días. Cuece la leche con cáscara de limón y canela en rama y también la deja reposar dos días. Infusiona el pan en la leche y luego las fríe. «En Castilla y León, las torrijas siempre han sido un dulce típico de carnaval. En Madrid son más de Semana Santa y en Cantabria de Navidad. Como los clientes me las piden durante todo el año, intento que nunca me falten. Me piden tandas para llevar a casa, para desayunar, comer y merendar y en la cafetería se toman a todas las horas», dice mientras las baña generosamente en miel. «No hay que escatimar la miel y es muy importante que sea de Castilla y León.

  • Dirección: Pº de Zorrilla, 3 - 47007 Valladolid

  • Precio: Torrija individual: 2,75 euros - Desayuno de café con leche+zumo+torrija: 4 euros

De todas ellas, ¿Cuál es tu propuesta favorita? ¡Difícil elección! Pues si te ha gustado esta ruta de torrijas y quieres conocer otras muchas más, aquí te recomendamos las rutas de las mejores gildas, los más deliciosos potajes de cuaresma o los chipirones más sabrosos. Todo ello en nuestro espacio dedicado a los mejores sitios para comer y beber en Valladolid. Puedes dejarnos tu recomendación en los comentarios de la noticia. ¡Te leemos!

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