Los crepes son una de esas recetas simples, fáciles y deliciosas que gustan a todo el mundo. Ya sea como desayuno, comida, postre, merienda o cena, dulces o salados, las posibilidades para cocinar estas tortitas sin levadura son casi infinitas. El límite solo lo pone nuestra imaginación. La masa básica para hacer los crepes no puede ser más sencilla: huevos, leche, harina, un poco de mantequilla y sal. Dependiendo de si queremos cocinarlos dulces o salados, también tendremos que incluir azúcar o prescindir de él. Con la proporción adecuada de estos sencillos ingredientes conseguiremos cocinar una de las recetas más populares y deliciosas de nuestros vecinos franceses.
La receta de crepes cuenta con una larga historia, vinculada a la región de Bretaña. Se conoce que ya desde el siglo XIV se cocinaban estas tortitas sin levadura, que se acompañaban con ingredientes salados como queso, carne o pescado. Más adelante comenzaron a combinarse con ingredientes dulces. En el siglo XIX los crepes eran ya un postre reconocido que se servía en los restaurantes de lujo de todo Francia. Aunque es muy común comerlos por la calle en puestos callejeros, la receta de los crepes es tan sencilla y su sabor es tan delicioso y versátil que ya se ha convertido en un manjar que hacer en tu propia casa.
Tiempo de elaboración: 20 minutos
Raciones: 2 personas
Ingredientes:
2 huevos
30 g de azúcar
Una pizca de sal
100 g de harina
200 ml de leche
Un poco de esencia de vainilla (opcional)
2 cucharadas de mantequilla
Elaboración:
- En un bol añadimos los dos huevos y batimos con unas varillas. A continuación añadimos la leche, el azúcar, una pizca de sal y un chorro pequeño de esencia de vainilla. Batimos todo bien hasta crear una mezcla homogénea.
- Añadimos la harina a la mezcla, tamizándola con un tamizador o colador. Vamos añadiendo poco a poco la harina sin dejar de batir, intentando evitar que queden grumos.
- Ponemos el fuego una sartén antiadherente y esparcimos un poco de mantequilla por la superficie. Cuando esté caliente, echamos una porción de masa en el centro (unos 60 ml) y giramos rápidamente para extenderla por toda la superficie, sujetando la sartén fuera del fuego con la otra mano.
- Cuando veamos que comienzan a salir pequeñas burbujitas en la masa, es el momento de darle la vuelta. Tenemos que tener en cuenta que cada crepe no debe estar al fuego más de 2 minutos o se quemará.
Esta delicia de la cocina francesa puede servirse con ingredientes muy variados, dulces o incluso salados. Los más golosos pueden rellenar sus crepes con chocolate fundido, crema de cacao, caramelo, mermelada o dulce de leche. Además, siempre quedará mejor con el toque fresco que da la fruta: plátano, fresas, kiwi, manzana... Le puedes dar el toque final con un poco de nata montada.
Para los amantes del salado, los crepes se pueden rellenar con cremas y quesos untables, diferentes tipos de fiambre, salmón ahumado o incluso acompañarlos de una sencilla ensalada de tomates y rúcula. Si, en vez de un desayuno, quieres disfrutar de unos crepes en la hora de la cena, puedes rellenarlos con crema de champiñones y pollo, con revuelto de setas y gambas, pollo con guacamole o incluso enrollarlos con salsa boloñesa y hacer unos canelones gratinados con queso.