La panna cotta es un postre italiano que captura la esencia misma de la delicadeza. Hoy, vamos a preparar este postre con el que te invitamos a probar la frescura de las fresas que se junta con la crema creando un postre exquisito. Así que, prepárate para enamorarte de esta panna cotta de fresa y morir de auténtico placer.
Ingredientes
- 1 taza de fresas frescas, lavadas y sin tallo.
- 1/4 taza de azúcar, más o menos según los gustos.
- 2 cucharadas de agua.
- 1 cucharadita de zumo de limón.
- 1 cucharadita de gelatina sin sabor.
- 2 tazas de nata para montar.
- 1/2 taza de azúcar.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
Elaboración
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Puré de fresas: Comienza creando un puré de fresas. En una licuadora, mezcla las fresas, el azúcar, el agua y el jugo de limón hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Si deseas, puedes pasar el puré por un colador fino para quitar las semillas y obtener una textura más suave.
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Gelatina: En un recipiente pequeño, mezcla la gelatina sin sabor con 2 cucharadas de agua. Deja que la gelatina se hidrate durante unos minutos.
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Fusión de sabores: En una cacerola, calienta la crema de leche junto con el azúcar el extracto de vainilla a fuego medio. Revuelve para asegurarte de que el azúcar se disuelva y la vainilla infunda su aroma.
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Creemos la textura: Una vez que la crema comience a calentarse, agrega la gelatina hidratada y revuelve bien hasta que se disuelva por completo. No es necesario que la mezcla hierva, solo caliéntala lo suficiente para que la gelatina se disuelva y se integre.
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Unimos sabores: Incorpora el puré de fresas al líquido de la crema. Revuelve con suavidad para que los sabores se mezclen de manera homogénea.
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El reposo: Vierte la mezcla en moldes individuales o copas. Deja que la panna cotta se enfríe a temperatura ambiente antes de refrigerarla. Una vez en el refrigerador, déjala reposar durante al menos 4 horas, o hasta que esté completamente cuajada.
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La presentación importa: Una vez que la panna cotta esté lista, retira los moldes del refrigerador. Si deseas desmoldarlas, sumerge cada molde en agua caliente durante unos segundos y luego voltea sobre un plato para liberar la panna cotta.
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El toque final: Decora tus panna cottas de fresa con fresas frescas o con un poco más de puré de fresa. Este toque final no solo agrega belleza, sino que también refuerza el sabor a fresa.
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¡Disfruta!: Tu panna cotta de fresa está lista para ser disfrutada. Cada cucharada te envolverá en una nube de suavidad y sabor a fresa, creando una experiencia que combina la elegancia con la indulgencia.