¿Tirar comida?: Nunca. ¡Todo lo que tienes en la nevera se puede utilizar para hacer platos estupendos!
Seguramente más de una vez has entrado en pánico en el momento de abrir el frigorífico de casa para preparar la cena y ver perdidos un par de huevos, una zanahoria mustia, cuatro tomates tristes, sobras del pollo asado del domingo y poco más.
Pues si esto te sucede a menudo has saber que estás de suerte, porque tienes sustento para 3 o 4 cenas fabulosas de entre semana. Sí, sí, has leído bien. Solo necesitas rodearte de buenas ideas para empezar a formar parte del grupo ‘Mira todo lo que puedo cocinar con 4 cosas de ná’
Rollitos de filete de ternera con verduras
Una receta fantástica para aprovechar el último filete y esas verduras olvidadas en el cajón que siempre suelen ser las mismas: zanahoria, un pedacito de calabacín o berenjena, un pimiento arrugado, los últimos espárragos del manojo… todo lo que tengas le va ir bien a estos rollitos.
¿Cómo los haces?... apunta.
1.- Primero corta en bastones todas las verduras que tengas perdidas en el cajón de tu frigorífico. Asegúrate de que las tiras son más largas que el ancho de la carne.
2.- En una sartén con una fina base de aceite de oliva templa todas las verduras durante 4-5 minutos. Sazona al gusto y reserva en un plato.
3.- Extiende sobre una tabla los filetes de ternera y golpéalos suavemente con un mazo, a esta acción se le llama espalmar la carne. Haciéndolo se rompen las fibras y nos va a quedar una carne más tierna y fina.
Salpimienta al gusto y esparce por encima una lluvia de especias secas que pueden ser tomillo, orégano o romero. Reparte los vegetales en cada filete y colócalos en uno de los extremos de la carne.
4.- Enrolla presionando suavemente para conseguir un rollito fuerte y compacto. Asegura el rollito con palito de brocheta.
5.- Pon a calentar una plancha con un zigzag de aceite de oliva, coloca los rollitos de carne por el lado de la apertura y una vez listos por un lado voltea y deja que se hagan por el otro lado.
En el último minuto si te apetece aportar un extra de sabor, pincela la carne con salsa de soja, salsa teriyaki, salsa perrins… la que más te guste o tengas a mano.
Torti pizza de pollo
Los más healthy que se pirran por el sabor de la pizza hacen malabares para aprovechar como nadie los restos de la nevera y crear fabulosas pizzas.
Aquí no hay límite: verduras mustias del cajón, restos de carne preparada, beicon, tomates, setas, las últimas aceitunas y anchoas olvidadas en la lata, e incluso salsas pérdidas en los tarros te van a servir para hacer una tortipizza.
¿Qué necesitas para hacer la más sencilla?
2 huevos
Restos de carne de pollo desmigado
Rodajas de tomate
Champiñón en láminas
Queso mozzarella
orégano
Aceite de oliva
Sal
Elaboración:
1.- Bate los huevos con el orégano y un poco de sal. Calienta un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén y viértelo.
2.- Antes que cuaje del todo distribuye el queso mozzarella, la carne de pollo desmigada, las rodajas de tomate y el champiñón.
3.- Transfiere al grill del horno durante 2-3 minutos y listo. ¡Una pasada!
Tortitas de arroz con verduras
Nunca más dejarás olvidado en tu nevera las sobras de arroz cuando pruebes estas crujientes tortitas. Una fantástica manera, no solo de aprovechar ese arroz blanco, sino también todos los ingredientes tristones que quedan en tu nevera.
¿Cómo hacer unas tortitas de arroz con verduras?
1.- Comienza por picar muy menudito las verduras olvidadas en el cajón (setas, espárragos, calabaza, zanahoria….) y vuélcalas en un bol junto al arroz, una cucharada de harina, especias molidas al gusto de curry, cilantro, pimentón, sal de ajo, sal de cebolla o sal de apio y salpimienta al gusto.
2.- Combina todos los ingredientes muy bien. Toma una cantidad, forma una bola asegurando que queda bien compactada y después aplana con la almohadilla de las manos intentando que te quede redondita.
3.- Calienta una fina capa de aceite de oliva en la sartén y fríelas hasta que queden doradas y crujientes…. ¡Crunchy, crunchy!
Tomates asados con ajo, pan, cebolla y queso
Hay muchas formas de darle salida a los tomates perdidos en el cajón de la nevera, ya sea rallados para la tostada de la mañana, como ingrediente de nuestra tortipizza improvisada, en forma de guarnición haciendo un pico de gallo o asarlos todos en una bandeja con unos dientes de ajo, cebolla, pan de días pasados y ese pedacito de queso que ya está a punto de perderse.
¿Cómo lo haces? … Pues muy fácil.
1.- Lava los tomates y vuélcalos en una fuente de horno juntos a unos
dientes de ajo machacados, un poco de cebolla roja laminada, el pedacito de queso y el pan cortado en rodajas gruesas.
2.- Rocía con aceite de oliva, sal, pimienta, introduce en el horno precalentado a 180º durante 30 minutos y listo.
